Quebradizo

Quiero ser libre

Pero siento tu gélida mirada

Anclada en mi nuca

Quiero volar alto

Pero noto tus sangrientas pupilas

Enraizadas en mis entrañas

Quiero estar seguro

Pero advierto tu fatídica presencia

Agarrándome rabiosamente

Remueves mis entrañas

Entras en mi pensamiento

Cual zorro en gallinero.

Me pones grilletes,

intento pedir piedad,

se oye la grande nada

Ahogando mi voz en fracaso.

Veo sombras de tu cruel persona,

perseguido, cansado, arrinconado,

trituras mi vida,

escupes mi alma,

machacas mi serenidad.

Hipocresía, mentiras y falsedad

Agitas por bandera,

Reino del egocentrismo.

Cuervo cruel

Águila al acecho

Buitre perverso

Picoteas, mi cuerpo

pero esta humilde cobaya

se zafa de los látigos del despiadado amo.

Gritando: Libertad, libertad, libertad.

Resurrección

Resurjo ante vosotros cual ave fénix

Daba tumbos, sin razón

Una espesa niebla

me guiaba

me cegaba

me engullía.

Apenas ofrecía resistencia,

cual cordero con una cuerda al cuello,

tiraba y me llevaba.

Sin querer me dejé atrapar,

la oscuridad me tenía preso,

preso de las dudas,

preso de la incertidumbre,

preso de la rutina.

Ciego de la verdad,

cual cobarde,

buscaba refugio,

bajo una pequeña manta,

obligado a encogerme,

hasta hacerme un ovillo,

minúsculo, insignificante, diminuto.

Un cuerpo con vida consciente,

pero…

Sin alma.

Renacer, una nueva vida.

Mis letras, mis armas.

Mi nueva pasión, mi motor.

Mi amor mi bandera.

Escucho la música que me gusta,

vibro con cada nota,

el ritmo me mueve,

bailando escribo.

Siento mi alma,

limpia, brillante, reluciente.

Me siento complaciente,

dando pasos como un gato,

sigiloso, firme, certero.

La claridad son ahora

mi voluntad,

de seguir, de soñar,  de pelear.

Al igual que Simba, rujo.

Grito a los cuatro vientos.

¡Aquí estoy yo!.

Mi abuela

Fue una tarde, justo a la hora de comer, habían llamado al teléfono, lo cogió mi madre, llamaban desde la residencia donde teníamos a nuestra abuela ingresada, nos dieron la peor noticia que le pueden dar a una persona, sabes que es ley de vida, y que pueden llamarte en cualquier momento, pero te engañas, piensas que nunca llegará ese día, pero no, fue un duro golpe para todos y en especial para mi padre.

Hacía tiempo que la ingresamos ahí, pues la habían diagnosticado demencia senil, ¿se podía valer por sí misma? Yo quería creer que sí, pues hacía vida lo más normal que de una persona se espera, incluso ir a la compra o cocinar, pero hubo varios sustos como dejarse el fuego encendido o que nos llamara diciendo que oía voces, era una tristeza que escondías como si de una anécdota graciosa se tratase, había veces que sin más se ponía a hablar con esas voces y cantaba o eran cosas graciosas del pasado y uno no le daba importancia, hasta te hacía sonreír inocentemente.

De esto fue ya hace tiempo, quizá, debido a la tristeza, de lo que acontece una muerte he omitido todo el trámite del funeral y demás, sé que la incineramos y que cuando pudimos llevamos sus cenizas a su pueblo natal, cerca de Burgos, me acuerdo que fuimos en coche desde Oviedo de donde somos.

Cuando fuimos a la residencia después de la llamada, estaba en su habitación, tumbada en la cama, la miraba incrédulo, si era cierto que estaba muerto ¿por qué la tenían ahí de cuerpo presente? Nos contaron que estaba bien, que empezó a sentirse como indispuesta y que se acostaría un rato para ver si recuperaba, se durmió, para siempre.

Era raro, me acuerdo que la cogí con la mayor delicadeza que pude de la mano y la otra mano en un su hombro, me acerqué y la susurré -despierta, ponte bien pronto, tenemos que contarnos nuestras cosas- o algo por el estilo, no sabía bien que hacer, mis sentimientos estaban contrariados, salí de la habitación agitado, confuso, fui al pasillo a mirar por la ventana, las lágrimas afloraron sin remedio, amargamente, había gente que la habían conocido estando ella ahí, así que vinieron a consolarme y a darnos el pésame.

A mi mente me vienen imágenes de todo tipo, pero sobre todo de cuando íbamos a visitarla a Madrid, donde ella vivía, resultó curioso que las vecinas que tenía puerta con puerta, tanto a un lado como al otro, eran viudas al igual que ella y tanto ella como sus adorables vecinas nos daban un dinerillo extra, unas monedillas o lo que fuera, hasta mil pelas de aquella, tanto a mi hermano como a mí, también la comida tan rica, especialmente la ensalada de tomate y la tortilla de patata y sobre todo el frio que hacía el invierno, nos tenía que calentar las sábanas de la cama con una bolsa de agua bien caliente o de cuando en verano salíamos a la terraza a sentarnos en la mecedora o de cuando teníamos que abrir las ventanas de par en par para que entrara aire, aún así pasábamos un calor infernal, además el televisor era de botones y tenías que levantarte para cambiar de canal, la verdad tengo que reconocer que son recuerdos muy felices.

Frio

El llanto sin lágrimas

Tristeza sin consolación

Auxilio sin ayuda

Frio, helado, gélido

Dolor de una traición

Corazón roto

Herida abierta

Haces, trabajas, sirves

Realidad truncada

Cuestión eterna

Dudas infinitas

Interrogante constante

Vivir sin compartir

Compartir para

Luego sufrir

Se comparten:

Cosas, vivencias, historias

Una acción del pasado

Una traición del presente

Una herida  del futuro

Todo es continuo,

Separado, distanciado, aislado

No compartes

Sólo trabajas

Sólo haces

Sólo actúas

No vives

O vives sin sentimientos

Sin ser tú

Ser tu no sirve

Ser tu es vivir una farsa

Ser tu es ser herido

Tu yo verdadero

Disfrazas, ocultas, entierras

Tienes que reinventarte

Una versión de tu

Tu otro yo

Un yo 2.0

Con caparazón

Una melodía sin música

Un baile sin compás

Un cantar sin color

Todo se rompió

No hay rastro de ti

Sólo unos pedazos

Rotos y pequeños

Igual que tu corazón

No sientes nada

Frio.

Mariposas

Pasan los años

Soplando velas

Tu tarta, te delata

Enciendes diferentes números

Otra vez los amigos,

Los regalos,

Todos juntos

Te felicitamos siempre,

Pues, estarás ahí

Cuando más lo necesitamos.

Madre, amiga, amor

Ya sabes, al igual que

El vino, con el tiempo

Mejora su sabor.

te haces más sabia

Pero, cierto es

Algo no cambia

El cosquilleo en el estómago

Tu mirada seductora

Haciendo que cada año

Aumente nuestro amor.

Mi clase

Tenemos una profe,

Iris tiene de nombre.

Su santa paciencia estamos agotando,

pero con sabiduría nos va guiando,

y lo mejor, nuestros relatos la están gustando.

Marita, puede parecer una abuelita,

pero destila frescura,

me gusta su modesta escritura,

tan sabrosa como una ciruelita.

Carmela reina de los haikus,

A mí, sus “caquitas” me dejan fascinado,

Tan pequeña pero de gran corazón,

Aunque no me gusta que ande fumando.

Carmen, la artista,

con mis plantas ando de contrabandista,

hermosa su escritura y mejor su voz de radiofonista.

Dominique, la francesa del grupo,

no suelta la receta

de escribir tan resuelta,

lo mismo te desordena la cara,

como te baja al infierno,

la muy jodia un libro ha publicado,

¡Mon dieu! con su escritura nos ha conquistado.

Y de Francia paso a Venezuela,

Con el matrimonio feliz

Malala y Michael.

Malala que contar cuentos

quiere aprender,

y a sus nietos luego leer.

Michael nuestro dialogante

por excelencia,

tanto en sus escritos

como fuera de ellos,

a este alegre y dicharachero bribón

le queremos un montón.

Sandex, pródigo literato,

Tan versátil es

Que regala límericks y haikus,

tiene ideas para mucho rato.

Laureano, el novato

e indi (por Indiana Jones)

en busca de su estilo,

que sepas que nos gusta a los veteranos.

Mercedes o “Merche”

la detallista, tan visual,

escribe fenomenal,

aunque a veces mortal,

una maravilla, es genial.

Que no me olvido María,

con tus relatos juegas al despiste

unos alegres,

y otros ¡Qué tristes!

Y por último el menda lerenda,

que con estos últimos versos

terminando va

y espero no haber molestado,

solo una cosa,

un aplauso

si mis versos os han gustado.

Quiero

Quiero que estés a mi lado

Quiero sentirte cerca de mí

Quiero refugiarme en tus abrazos

La cama crece, se hace

Grande, enorme, gigante

Una cama sin ti

Se siente vacía

Un desnudo sin alma

Se siente frio

Un cantar mudo

Se siente lejano

Sin ti, mi ángel

El mundo se hace inerte

La melancolía crece

Me invade, atrapa, agarra.

no me doy por vencido.

Lucho y peleo, me falta tu aliento.

Confusión, sinrazón, desesperación.

Mi mente se atormenta

Mi vida se desangra

Mi amor enloquece

Quiero sentirte dentro

Quiero el calor de tu cuerpo

Quiero empequeñecer el universo

Mis manos juegan

Los labios se juntan

Nuestras pasiones se desbordan

Tus besos me alimentan

Alimentan nuestro amor

Nuestro amor, el de los dos

El tuyo y el mío.

Traición

El día había transcurrido normal, vamos todo lo normal que se puede pedir a un día cualquiera, como otro día laborable más.

Eso sí, sin sobresaltos, sin confrontación con su hermano o lo que es lo mismo, su jefe, sobre todo porque este había salido a otra ciudad a ver a algún cliente, a negociar, vamos lo típico de un comercial, así que todo el mundo funcionaba a las mil maravillas, sin sobresaltos ni excitaciones, sin gritos ni voces, pura rutina, sincronizados como un reloj suizo, ¿podrían cometer errores? Pues seguro, pues hablamos de personas, hasta se permitieron el lujo de relajarse a la hora del café y charlar como lo naturaleza lo exige en esos momentos, pues era la única distracción que tenían, él estaba agradecido que hubiera días así, hasta pudo permitirse el ir a comprar cosas necesarias para la empresa que sus compañeros le pidieron por favor de ir y siendo así fue a los diferentes sitios haciéndose con las cosas que habían pedido, si es cierto que entre ir a esos lugares y encontrar lo pedido había tardado un poco más de la cuenta, gastando de su tiempo y gasolina.

Al día siguiente su jefe lo llamó a la oficina, para criticarle de esto y lo otro, sobre todo de haber tardado en hacer la compra, sin poder reprochar nada, o mejor sin ganas de decir nada por no contrariarlo, pues la experiencia, a pesar de tener razón, le instaba a callar, pues era una batalla perdida, aunque no la guerra, la cuestión era que si la chica de la oficina sólo venía por la mañanas y la compra fue por la tarde, y uno de los comerciales había estado viendo gente todo el día, entonces ¿cómo se había enterado? ¿Quién le había traicionado? ¿Con qué motivo? Era algo que no se podía explicar.

Plenitud

¿Cómo se describe la plenitud?

¿Cómo se describe el amor?

Tal vez juntando ambas

Tal vez juntando nuestras almas

Igual que los peces surcan el mar

Igual que los pájaros surcan el cielo

Igual que las estrellas surcan el universo

Si amasas mi mente

Si pintas mi alma

Si esculpes mi cuerpo

Mi cara esboza una sonrisa

Mi corazón late

Mi piel se eriza

Cual ave Fénix

Resurge de las cenizas

La sangre hierve

Acelera mi motor

Suena y suena sin temor

El pom pom del amor.

El compás de los dos

Con nuestras notas

Venimos y vamos

Llenando nuestras vidas

Jamás quedarán vacías

Bailando nuestra canción

En la pista, sin vacilación

Bajo los focos, entera coordinación

La música sigue nuestra pasión

Sin error, es nuestra actuación.

Sin más, es la fusión de los dos.

Zafio

Zafio, Zafia según la RAE (Real Academia Española):

Quizá del ár. hisp. falláḥ ṣáfi ‘mero labrador’.

1. adj. Dicho de una persona: Grosera o tosca en sus modales, o carente de tacto en su comportamiento.

2. adj. Propio o característico de la persona zafia. Modales zafios y ordinarios.

3. adj. Dicho de una cosa: Tosca o vulgar.

4. adj. Perú. Desalmado.

-pues eso amigo mío, es lo que me han llamado mis padres, a mi puta cara y en mi casa y todo gratis, después de estar toda la tarde revolviendo y poniendo todo patas arriba, yo sabía que irían a tomar unas medidas, supongo que lo hicieron, ya puestos pues también debieron de mirar todos los rincones, ellos con su buena voluntad de darme unos muebles que ya no quieren y así me los apañan siempre que les encaje claro. Ya que tienen una copia de las llaves, pues son mis padres y me fio, tiene confianza plena para venir cuando quieran, no sé, lo normal, si hay una emergencia o necesito que vengan a regar las plantas cuando me voy de vacaciones o vengan porque yo les invito o como en este caso para hacer eso que dijeron, pero cuando llego, tal es mi sorpresa, está todo manga por hombro, vamos un zafarrancho de combate, con un montón de bolsas y no contentos con eso, siguen hurgando entre las cosas y haciendo más paquetes todos para tirar, apartan uno que dicen que son bolas vacías para que puedan usar, que tengo de sobra, así que ven cosas como dice mi madre “de esa mujer” o también “de la vieja esa” que me parece horrible y grosero, de una falta de educación imperdonable, pero intento no mosquearme y trago con todo, aunque por dentro ardo en cólera, esperando a que marchen, viendo por la ventana como tiran los paquetes que tenían apartados y llevando más cosas, en cuanto hubieron marchado, bajé escopetado para rescatar de la basura el mayor número de bolsas, pero el daño ya estaba hecho, la habían tirado unos zapatos y una camiseta totalmente nuevas y no sé qué más cosas, no sé, colonias y objetos de belleza, que ya perdidas están y todo porque no consienten que esté con una persona que es mayor, de otro país, latina, yo que sé.

– Jooooder jandrix, yo no sé qué hubiera hecho, me dejas flipando, perplejo, no sabía que tus padres fueran así, yo les tenía otro concepto, de saber estar y más educados, respetuosos y sobre todo con las cosas ajenas, que vergüenza.

-pues sí y encima me llaman zafio, tócate los huevos, ¿crees que hago mal? ¿Estoy equivocado?

-Para nada amigo.