Resurjo ante vosotros cual ave fénix
Daba tumbos, sin razón
Una espesa niebla
me guiaba
me cegaba
me engullía.
Apenas ofrecía resistencia,
cual cordero con una cuerda al cuello,
tiraba y me llevaba.
Sin querer me dejé atrapar,
la oscuridad me tenía preso,
preso de las dudas,
preso de la incertidumbre,
preso de la rutina.
Ciego de la verdad,
cual cobarde,
buscaba refugio,
bajo una pequeña manta,
obligado a encogerme,
hasta hacerme un ovillo,
minúsculo, insignificante, diminuto.
Un cuerpo con vida consciente,
pero…
Sin alma.
Renacer, una nueva vida.
Mis letras, mis armas.
Mi nueva pasión, mi motor.
Mi amor mi bandera.
Escucho la música que me gusta,
vibro con cada nota,
el ritmo me mueve,
bailando escribo.
Siento mi alma,
limpia, brillante, reluciente.
Me siento complaciente,
dando pasos como un gato,
sigiloso, firme, certero.
La claridad son ahora
mi voluntad,
de seguir, de soñar, de pelear.
Al igual que Simba, rujo.
Grito a los cuatro vientos.
¡Aquí estoy yo!.