El cáterin o cateringgg

Hoy vinieron de los EE.UU. unas estrellas de jolivu, venían a rodar unas escenas para no sé qué película, film me dijeron que se decía.

Había una que me llamo mucho la atención guapa, guapísima, que mujer, hermosa por donde las hubiera, me dijo mi amigo manolo que tenía un conocido que sabía de un tipo español Carlos pero que le conocían como Charls o algo así que trabajaba para la empresa que les daba todo tipo de comida y bebida, que era del cateringgg, que finolis estos americanos, el cateringgg, ni que fueran unos marqueses.

La cuestión es que había una actriz muy diva ella y súper elegante, ay homa que rica estaba la muchacha, pero estaba siempre de mal humor, se quejaba por nada, que si los mosquitos, que si la calor, eso si bien que la gustaba nuestra comida, nuestros productos de primerísima calidad, que se van a pensar estos de los EE.UU. o de los estadossss unidosssss que gracia cuando me decían así, jajajaja, usa decían también o la uesei, que ridículo estos panolis igual pensaron que aquí en España estaríamos en taparrabos  y usábamos tam tam para comunicarnos.

La diva cuando no rodaba una escena estaba con una pamela y gafas de sol y una ratita presumida de ojos saltones más feo que pifio, mai darlin decía o cam jia mai lof y la ratita con sus patitas iba menando la colita y luego se subía a sus brazos y de ahí no bajaba el chucho ese raquítico, aunque en cierto modo lo envidiábamos, bien que reposaba sobre sus pechos.

Para comer ni dieta ni hostias, bien se ponía la jodia como una cerdita, sólo comía liebre en salsa de tomate, pero resultó que de liebres escaseábamos por aquel entonces, así que afloró el ingenuo, nuestra picaresca y en el menú de la estrella empezó a cambiar, como ya no había liebre, buenos eran gatos, de ahí la expresión gato por liebre.

El manzano de la esperanza

Hace ya muchos, muchos años, en el reino Astur, vivía un hombre poseedor de grandes fortunas y terrenos, este hombre se llamaba Anselmo, estaba casado con una mujer, Salomé, ellos querían ser padres, visto que no lo conseguían, decidieron ir Cangas de Onís a rezar a la Virgen de Covadonga, pasaron los años y el milagro obró, la mujer dio luz a una hermosa bebé, a la que pusieron de nombre Mari Luz, contentos como estaban lo festejaron por todo lo alto.

Pero resultó que la leche materna era muy escasa y no era muy buena, así que buscaron una mujer que pudiera amamantarla, de todas las que se presentaron fue Esperanza quien consiguió ser aceptada en la familia, durante largo tiempo vivieron felices.

Mari Luz fue creciendo estaba siembre muy contenta y alegre, jugaba y reía con sus padres y con Esperanza que era prácticamente de la familia, ya tenía sus maravillosos y esplendorosos 15 años, nadie suponía que hubiera un día trágico para la familia y fue cuando un día Mari Luz enfermó, débil como estaba y tan frágil, postrada como estaba, ni si quiera los mejores doctores de Oviedo (Ovetum) dieron con la causa de la enfermedad y su posible remedio, la daban ya casi por fallecida, la tristeza imperaba en toda la familia, Esperanza fue entonces ver a la Virgen de Covadonga en Cangas de Onís y sus plegarias fueron escuchadas y Mari Luz sanó, volvió a la vida, Anselmo y Salomé estaban muy agradecidos, así que decidieron dar parte de sus terrenos a Esperanza, ella en respuesta a tal bondad les dijo que si algún día la llegaba la hora les pidió que plantaran un manzano para que pudieran acordarse de ella, que lo único que había hecho era querer a Mari Luz como a una hija y rezar a la Virgen de Covadonga para que sanara.

Pasó el tiempo, Esperanza era casi una anciana, cuando pasó a mejor vida, todos en aquella familia lloraron su pérdida, y como habían prometido plantar un manzano llegado la hora así hicieron, uno muy hermoso y florido, el manzano de la Esperanza.