¡Fuera de mi mente!

Me hechizaste con tu dulce mirada,

a mí me supo a mermelada.

Me susurraste tiernas palabras,

a mí me parecieron hermosas.

Me tocaste con tus suaves manos,

a mí me vinieron los pecados.

Me comiste y escupiste,

a mí me viste y me perdiste.

En mi mente te clavaste,

juegas conmigo al despiste.

Por mucho que quiero,

olvidarte no puedo.

Me la jugaste con esmero,

yo soy quien pierdo.

Pasa del firmamento

mi eterno lamento.

No miento

si pido

que te lleve el viento,

pues tenerte dentro

es un sufrimiento.

Soñando o despierto

te llevo tan adentro.

Que desesperado grito:

¡Fuera de mi mente!